Un triunfador es parte de la solución. Un perdedor es parte
del problema.
Un triunfador sabe que la adversidad es el mejor de los
maestros. Un perdedor se siente victima durante las adversidades.
Un triunfador sabe que el resultado de las cosas depende de
si mismo. Un perdedor cree que existe la mala suerte.
Un triunfador enfrenta los desafíos uno a uno. Un perdedor
rodea los desafíos y no se atreve a enfrentarlos.
Un triunfador se compromete, da su palabra y la cumple. Un
perdedor hace promesas, no se pone “manos a la obra” y cuando falla solo se
sabe justificar.
Un triunfador dice: “soy bueno pero puedo mejorar” Un
perdedor dice: “no soy tan malo como otros.
Un triunfador escucha comprende y responde. Un perdedor no
espera que llegue su momento de hablar.
Un triunfador respeta a aquellos que saben más y se preocupa
en aprender algo de ellos. Un perdedor se resiste a todos los que saben más y
no se fija en sus defectos.
Un triunfador consigue “ver el bosque en su totalidad”. Un
perdedor se fija solo “en el árbol que le toca plantar”.
Un triunfador se siente responsable por algo más que por su
propio trabajo. Un perdedor no se compromete y siempre dice: “hago mi trabajo y
ya es bastante”.
Un perdedor esta siempre muy ocupado y no tiene ni siquiera
tiempo para los suyos.
Un triunfador trabaja y dedica mas tiempo para si mismo. “Y
que Conste que Escribo por Mi Sayula”.